Fundado en México en 2014, Bitso se ha convertido en una piedra angular del comercio de criptomonedas en América Latina. En 2025, la empresa atiende a más de seis millones de usuarios en México, Brasil, Argentina y Colombia, ofreciendo acceso a criptomonedas y stablecoins con integración fluida en los sistemas de pago locales. El crecimiento del intercambio ha sido impulsado por la demanda de remesas, la adopción institucional y el cumplimiento regulatorio transparente. Este artículo analiza las oportunidades, la estructura de comisiones y el marco regulatorio de Bitso para comprender cómo está configurando la economía cripto latinoamericana hoy.
América Latina se ha convertido en una de las regiones más dinámicas del mundo en adopción cripto. Según diversos informes del sector, el volumen de transacciones en intercambios centralizados en la región ha aumentado casi nueve veces desde 2021. Bitso domina este mercado, gestionando aproximadamente el 90% de todos los flujos de intercambio en 2025. Este dominio refleja su profundo conocimiento de los sistemas bancarios regionales, las necesidades de pagos transfronterizos y los entornos regulatorios.
La ventaja competitiva de la empresa radica en su integración con los sistemas fiduciarios locales. Bitso admite depósitos y retiros en pesos mexicanos (MXN), reales brasileños (BRL), pesos argentinos (ARS) y pesos colombianos (COP). Esto facilita enormemente a los usuarios la conversión entre dinero fiduciario y activos digitales en comparación con los intercambios globales que carecen de acceso bancario local. Para muchos usuarios, Bitso representa una puerta de entrada práctica tanto para invertir como para realizar transacciones con criptomonedas.
Además, Bitso se está expandiendo más allá del sector minorista hacia las finanzas institucionales. El intercambio ahora facilita liquidaciones en stablecoins para empresas e instituciones financieras, lo que permite transferencias internacionales más rápidas y económicas. En 2025, Bitso también introdujo su propia stablecoin respaldada por el peso mexicano a través de su filial Juno, ofreciendo a las empresas mayor eficiencia en operaciones de remesas y tesorería.
Una de las principales fortalezas de Bitso es su legitimidad regulatoria y su enfoque en el cumplimiento. Posee una licencia de Tecnología de Registro Distribuido (DLT) otorgada por la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar, lo que confirma su adhesión a los estándares financieros internacionales. Esto garantiza un mayor nivel de confianza entre los clientes institucionales y los reguladores regionales, especialmente a medida que las leyes cripto latinoamericanas maduran.
Otro motor de crecimiento clave es su capacidad para atender a la población no bancarizada. Con un acceso limitado a los servicios financieros tradicionales en algunas partes de América Latina, Bitso permite a millones de personas almacenar, enviar e invertir dinero de forma digital. Su interfaz intuitiva y los bajos requisitos de depósito mínimo han fomentado la adopción entre usuarios sin experiencia previa en productos financieros.
Además, el papel de Bitso en los pagos transfronterizos se ha vuelto crucial. En países como México, donde las remesas desde el extranjero son una parte importante de la economía, Bitso ofrece tarifas más bajas y liquidaciones más rápidas que los servicios tradicionales de transferencia de dinero. Esto la ha posicionado no solo como un intercambio, sino como un proveedor de infraestructura fintech que impulsa la inclusión financiera real.
Bitso opera con un modelo de comisiones transparente que varía según el volumen de operaciones y el país. Para los depósitos y retiros bancarios locales, las tarifas suelen ser mínimas —a menudo cero al utilizar sistemas como SPEI en México o PIX en Brasil—. Sin embargo, las transferencias internacionales y las conversiones de divisas pueden implicar costos moderados en función de las tarifas bancarias o de red.
Las tarifas de trading siguen un modelo “maker-taker”. En la plataforma Bitso Alpha, los “makers” generalmente pagan menos que los “takers” para incentivar la liquidez. Los operadores con gran volumen reciben descuentos progresivos basados en el volumen mensual. Aunque las tarifas de Bitso son ligeramente superiores a las de algunos intercambios globales, la comodidad de la integración local compensa esta diferencia para los usuarios regionales.
Bitso también ofrece servicios adicionales como Bitso Business, una solución B2B para empresas que buscan procesar pagos en criptomonedas, y Bitso Shift, que admite remesas en tiempo real. Estos servicios se valoran de forma individual según el volumen de transacciones y la jurisdicción. Además, los usuarios pueden mantener stablecoins como USDC, USDT y tokens respaldados por MXN para reducir la volatilidad y mejorar la eficiencia de las transacciones.
La plataforma de Bitso está diseñada para ser sencilla, atendiendo tanto a nuevos usuarios como a traders experimentados. La aplicación móvil permite comprar, vender y transferir criptomonedas de forma casi instantánea, mientras que la versión web ofrece herramientas avanzadas de gráficos y trading. Bitso Earn, introducido en años anteriores, permitía generar ingresos pasivos en activos seleccionados, aunque los cambios regulatorios en 2025 han limitado estos servicios a jurisdicciones con licencia.
Para los usuarios centrados en la seguridad, Bitso mantiene almacenamiento en frío multifirma, cobertura de seguro para activos digitales y cumplimiento de normas contra el lavado de dinero (AML). Los usuarios pueden activar autenticación de dos factores (2FA) e inicio de sesión biométrico para mayor protección. La transparencia se ha convertido en una de las señas de identidad del intercambio, con auditorías periódicas y divulgación pública de reservas.
En 2025, Bitso amplió aún más su ecosistema mediante iniciativas educativas, publicando investigaciones detalladas sobre la adopción de criptomonedas en América Latina. Estos recursos ayudan a los nuevos usuarios a comprender la tecnología blockchain y la gestión del riesgo, consolidando la reputación de Bitso como un actor confiable más que un mero centro de especulación.
Bitso opera dentro de un marco regulatorio en constante evolución en América Latina. México ha implementado leyes fintech y de activos virtuales bajo la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), mientras que Brasil y Colombia han introducido regulaciones cripto nacionales alineadas con los estándares del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Los esfuerzos tempranos de Bitso en materia de cumplimiento le han permitido seguir activa y licenciada en estas jurisdicciones.
No obstante, la diversidad regulatoria sigue planteando desafíos. Algunos países aún restringen o retrasan la legislación cripto, lo que genera complejidades operativas. Bitso mitiga este riesgo mediante un modelo operativo descentralizado —utilizando entidades locales y asociaciones para cumplir con los requisitos de cada mercado—. Esta adaptabilidad ha sido esencial para mantener su liderazgo en medio de entornos políticos y legales cambiantes.
De cara al futuro, Bitso busca fortalecer su transparencia y sus prácticas de gobernanza mientras se expande a nuevos mercados como Perú y Chile. Con una sólida base regulatoria y una creciente clientela institucional, la empresa está posicionada para desempeñar un papel principal en la integración de los activos digitales en las finanzas tradicionales latinoamericanas.
La estrategia de Bitso para 2025 y más allá se centra en la infraestructura, la transparencia y la innovación. Al combinar el cumplimiento regulatorio con aplicaciones de pago del mundo real, la empresa continúa uniendo las finanzas tradicionales con la tecnología blockchain. Se espera que las stablecoins sigan siendo el núcleo de su modelo de negocio, especialmente en los corredores de remesas donde las ventajas de costo y velocidad son más evidentes.
Las crecientes asociaciones del intercambio con bancos y fintechs sugieren una tendencia a largo plazo hacia ecosistemas financieros híbridos. En este sentido, Bitso ya no es solo un intercambio de trading —ha evolucionado hacia un proveedor de finanzas digitales capaz de conectar individuos, empresas y mercados globales a través de infraestructura blockchain regulada.
En conjunto, el equilibrio de Bitso entre innovación, disciplina regulatoria y enfoque en la inclusión financiera regional consolida su posición como el principal intercambio cripto de América Latina. Su éxito continuo dependerá de mantener este equilibrio a medida que la competencia se intensifique y la regulación global se estandarice.